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Teatro: Celebración.

El montaje de la compañía Teatro Público intenta representar cómo los últimos doscientos años de “Pico en el ojo” constituyen un rasgo cultural que no debe ser ignorado antes de las próximas celebraciones nacionales.

Teatro: Celebración

Por: Federico Zurita Hecht. / Fotos: Gabriela Lobos.

La celebración del Bicentenario de Chile sigue motivando una serie de manifestaciones artísticas que, más que sumarse al festejo de la libertad de que gozaría la comunidad nacional desde hace doscientos años, intenta formular una visión crítica del proceso desarrollado. De esta forma, se buscaría dar cuenta de que el relato histórico oficial ha ignorado el ejercicio de marginación que, sin tregua, han desarrollado quienes ostentan el control de las relaciones sociales, económicas y políticas de esta comunidad. Así, los montajes 2010 instrucciones de uso (Lastarria 90, 2009) y Ernesto (Sala Sergio Aguirre, 2010) intentaron deconstruir aquella marca inaugural que pretendía instalar la idea de unidad nacional que debe ser conmemorada; mientras que Lo que van quedando en el camino (Ex Congreso, 2010) y Hombre acosado por demonios ante un espejo (TEUC, 2010) buscaban generar efectos materiales a propósito de la vigencia, en un nuevo contexto, de la marginación histórica (El referente dramático de ambos montajes corresponde a textos de la década del 60) no registrada por los relatos oficiales.

Celebración, montaje que este mes presenta la compañía Teatro Público, se incorpora a esta discusión crítica sobre los procesos de modernización paralelos al desarrollo del capitalismo y su violencia; procesos que hoy constituirían, sostenidos por el relato oficial, una aparente razón para celebrar. La obra inaugura su estructura fragmentaria con una declaración de principios que buscaría cuestionar las verdades que se arroga la historia. Un narrador dice: “La luz es lo que siempre se ha señalado, a través de la historia y la mitología, como la conciencia o el saber del hombre; es por esto que en esta ocasión será nuestra guía. Miren qué casualidad, otra fuente de luz: un libro. Éste era mi libro de Historia y Geografía en el colegio. Este mismo libro hoy no me servirá para hablar de nuestra historia. La historia, como la conocemos, es así como ven, lineal… La historia es, además, una construcción narrativa, discursiva, textual, comprimible, corregible y por sobretodo conducible; por quién, pues bien, por quien la pueda escribir, que en todo caso siempre tiene que ver con los vencedores”. De esta forma, se comienza a cuestionar el que tengamos razones para celebrar.

En seguida se sucede una serie de fragmentos que, de forma dialéctica (y este es el valor del montaje, en oposición a las maniqueistas clases de Historia impartidas en el colegio, especialmente entre 1973 y 1989) y no lineal, buscan construir un mapa del relato ignorado en los últimos doscientos años. Así, un niño que juega a la guerra del setenta y tres con sus soldaditos de plástico, aprende que si sólo un bando estuvo armado no pudo haber una guerra; una muchacha comprende que debe invadir de tomas de terreno el tablero de “Mi gran capital”, que ha sido controlado por un monopólico jugador, el que a su vez busca eliminar a la muchacha si ya no tiene posibilidades de consumir; Luis Emilio Recabarren cuestiona cómo el centenario se celebró a puertas cerradas, sin el pueblo; y un pico en un ojo (formado éste por la última letra de la palabra “No” en el afiche de la oposición en el plebiscito del 88) da cuenta de lo violenta que fue la transición pactada.

Celebración buscaría cuestionar el relato oficial e incorporar nuevas variables en el debate. De esta forma, antes de celebrar podríamos hacernos una serie de preguntas; y luego, especialmente si usted ha ido al teatro, podría hacer una serie de transformaciones.

Celebración
Autor: Cristián Aravena y Teatro Público.
Dirección: Patricia Artés.
Elenco: Cecilia Acuña, Javiera Zeme, Marcelo Arcos, Cristián Lagreze y Martín Muñoz.
Fecha: del 14 de agosto al 5 de septiembre.
Hora: Viernes, sábado y domingo 20:00 hrs.
Lugar: Marín 0349. Metro Santa Isabel.