viernes, 7 de noviembre de 2008
BREVE HISTORIA DE LA USURPACIÓN
Cuando éramos chicos nos hablaron del valor del Pueblo Mapuche, de la resistencia dada a la invasión española y cómo La Corona arrasó con un pedazo de nuestra identidad. Pero nunca nos contaron que el mapuche salió victorioso de la Guerra de Conquista, que fue reconocido como nación y que, incluso, se enfrentó contra el Ejército Libertador. No nos contaron que aquellos que masacraron, redujeron y marginaron a nuestra "orgullosa raza" fuimos nosotros mismos, el Chile Republicano. Así es, a partir de la derrota militar de 1881 y la ocupación de Villarica en 1883 cambió la relación de la nación mapuche con el Estado chileno. La reducción territorial fue el elemento central del cambio ocurrido. A los mapuche se les sometió al rigor de la civilización; se les entregaron pequeñas mercedes de tierra, se los encerró en reducciones y se los obligó a transformarse en agricultores; el guerrero debió convertirse en ciudadano y el pastor de ganados en campesino productor de subsistencia. Fueron años de temor, de pestes, de hambre de pérdida de identidad y reformulación de una nueva cultura como minoría étnica enclavada en la sociedad rural chilena. Así, la historia chilena contemporánea estará marcada, en cuanto problema indígena, por una profunda contradicción: la constitución de la nacionalidad requería de un mito histórico, y allí estaba la sangre araucana derramada en defensa de la libertad, cuyo color se exhibe en la bandera patria;por otra parte surge, paralelamente, durante el proceso de "pacificación" el estereotipo: Los Mapuche son salvajes, sus costumbres son degradantes, son borrachos, no les gusta el trabajo y para la guerra no son tan valientes como crueles. Llegará el momento en que el país santiaguino, ese que se jactaba de culto y civilizado, gritará "¡Acabad con ellos!" y el estereotipo se mantendrá y el atropello se prologará por años, hasta que durante el proceso de la Reforma Agraria, gracias a la lucidez de líderes mapuche que vieron en su causa la misma causa de los pobres de Chile, los presidentes Frei Montalva y Allende intentaron poner freno a la usurpación histórica del Estado de Chile. Sin embargo el gobierno militar pondría freno a este proceso, promulgando un Decreto Ley de división de las comunidades indígenas, estableciendo propiedades individuales de escasa superficie que no permitieron constituir una unidad económica viable. Después de la dictadura los gobiernos de la Concertación no han tenido la voluntad política de solucionar el conflicto, poniéndose del lado en el que históricamente, salvo honrosas excepciones, se ha ubicado el Estado de Chile: el lado de los ricos, de los poderosos, de los que explotan a nuestra gente y a nuestra tierra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
buen trabajo. mucha suerte y buena onda. gracias
Publicar un comentario